El fin del capitalismo.
Pit
no sabía como se había metido en ese enredo.
No
llevaba mas que 2 años en la compañía, pero resulta, que claro,
como tenían un nuevo jefe innovador, se le había ocurrido que
podría ampliar el negocio.
Decía:
“En los barrios mas deprimidos de Nueva York”; perfecto, los
jefes no venden en Miami, y nosotros, la calle, venga… a solucionar
las cuentas.
Pero
vamos a ver… Que vendemos televisores de 12,000 pavos…
“Solucionemos
la vida de esa gente, ellos no tienen ilusión, vamos a darles en su
pared una realidad como la que ellos buscan, eso merece la pena para
cualquiera, si tienen que firmar una hipoteca por la casa, la
firmarán”
Entonces
me acordé de mi amigo, el loco ese del barrio que nos decía
constantemente…
“Pero
vamos a ver, ¿no os dáis cuenta de que cuatro listos os manejan
como quieren?”
Lo
que ocurrió a continuación es que inesperadamente, mi jefe,
llamémosle Cesar, entró:
“Pit,
mira, hemos pensado que no tenemos el suficiente conocimiento del
lenguaje que se habla en barrios como el tuyo, a si que, como
confiamos en ti, vamos a darte la responsabilidad de buscar a la
persona que nos pueda hacer trasladar nuestras ideas a toda la gente
buena.”
“Pero,
Don Cesar, yo en la empresa, solamente conozco el tema del almacen, y
algo de ordenadores, para recoger los pedidos”
“Si
por algo se caracteriza América, es porque es el país de las
oportunidades, y y te estoy dando una”
“Pues
muchas gracias, pero...” Ahí dudé, “No se si sabré estar a la
altura”
“Pues
claro que si… mmmm, Pit, no puedes desconfiar de la empresa…
Tranquilo, eres nuestra apuesta”
No se por qué motivo, esa noche no durmió bien; así es, no tiene
motivo,
“Pit,
bueno, Pietro, no sé el motivo de ser Pit…”
Pero
pensaba en ello,
“Y
resulta que me habían asignado una responsabilidad sin yo pensarlo.”
“Y
ahora, ¿que pasaría con mis amigos? Con los de mi barrio, no voy a
tener tiempo pare ellos.”
“Bueno,
no importa, primero, me puedo hacer con una posición y luego, pues
tendré el tiempo suficiente…”
Amaneció,
Pit se despertó con el resplandor de las ventanas de enfrente.
Desafortunadamente, no se podía ver el sol desde su “apartamento”.
Pero
le alegró que brillase el sol. Se dispuso a ducharse y a buscar lo
que su empresa había delegado en él.
“Creo
que debería ir al barrio este de los negros de al lado, ellos saben
hablar ese tipo de lenguaje mas que yo; total, siempre he sido el
bueno”
La verdad, el nunca había ido a ese barrio… Siempre le habían
asustado. No se le habría ocurrido ir, pero allí estaba.
“Hola”
- Dijo al entrar en la peluquería.
Como
respuesta, encontró cinco caras negras mirándole a los ojos, lo que
mas le gustó fué que el peluquero no tenía una mirada tan hosca.
“Hola,
mmmm, aquí cortan el pelo”
Se
le ocurrió, no sabía como salir de esa extraña situación en la
cual nunca se había encontrado.
“Si,
así me gano la vida”
Respondió
el hombre mayor, el que parecía mas simpático.
“Bueno,
pues, ¿hay mucha gente delante?”
“Nooo,
chico, siéntate aquí”
El
señor comenzó a ponerle una sábana, ajustada al cuello, siempre
sin parar de sonreír, y él, pues, se sintió bien, porque pensó
“total, serán negros, pero no parece que hagan cosas peligrosas”
La
verdad, es que eso de que la empresa le hubiese dado una tarjeta para
los gastos de la búsqueda, no le parecía mal. El nunca había
tenido una tarjeta… “Eso eran cosas de viejos…” Pero molaba…
Y además le habían proporcionado dinero en efectivo… Se dispuso a
ponerse responsable, pero el barbero le interrumpió:
“Como
lo quiere”
“¿El
que?”
“Jajajajajaja”
con una sonora carcajada “El pelo, ¿el que si no?”
“Pues,
corto… no sé… bueno”
“Vale,
chaval, déjame a mi”
Le
recordaba un poco al señor Guissepe, el barbero de su barrio… Pero
Giussepe tenía bigote, y no era negro, bueno, un poco moreno. “La
verdad es que eran igual de simpáticos”, pensó.
“Bueno”
pasa si mismo, “Le dejaré a ver”
“Llevo mas de dos horas desde que me fuí de la peluquería, y no
tengo la mas remota idea de como encontrar a la persona adecuada”
El
barrio estaba bastante poblado, había gente por todas parte… No
parecían estar mal, como en su barrio… Hablaban de sus cosas y…
El no tenía ni idea de donde estaba, repentinamente:
“Eh
tronk, que pai, tas perdio”
Miró
hacia su izquierda y vió a un negro que le sacaba la cabeza.
“Eh,,,
ess, esss, si”
“Jajajajajaja”
si hubiese habido un huracán, hubiese sonado menos… “Normal,
¿Que pollas hace aquí un pringaillo como tu?”
“Si,
bueno, es que vengo a hacer una cosa de mi empresa”
“Pues
tio, no pareces un ejecutivo ni pa dios ¿Donde has dejao el buga?”
“¿Que?,
no, ¿coche?, he venido en Metro y luego andando y eso...”
“Vale,
¿Por que llevas un peinao de negro, eh?”
“¿Yo?,
si, claro, es que me ha peinado una peluquería aquí cerca, bueno,
ya no se donde está”
“Jajajajajaja”,
esta vez sonó como Thor con su martillo poniendo un mueble de Ikea
que se le resiste.
“Mira,
chaval, vas a tener suerte, este barrio es chungo, pero has dao
conmigo, eh, lo pillas, si das con otro estás muerto… Vente pa mi
queli”
Dada
la situación, no dudó en ir… El grandón comenzó a caminar y le
siguió sin saber exactamente por qué lo hacía; fue tras él.
Cuando
subió los cuatro pisos tras su “amigo”, vio como abría una
puerta y le dijo:
“Pasa,
pipiolo… venga, es mi queli, no será gran cosa, pero es lo que
hay”
Realmente,
teniendo en cuenta los acontecimientos, no estaba mal la estancia. El
habitante había tenido en cuenta varios aspectos; los amigos, la
música, el bar, la cocina, el sofá, la decoración, todo estaba
acorde… Era como una mezcla entre Jimmie Hendrix, Michael Jackson,
Rap, Malcom X y algo de revistas de amigas suyas del barrio.
Resumiendo… Bueno.
“Perdona,
¿Puedo ir al servicio?”
“¿Al
tigre?, sip, ¿ves esa puerta?, pues esa no, la otra… ahí es”
“Gracias”
La
verdad es que no se puede pensar objetivamente si tienes necesidades
fisiológicas. Con lo cual, a partir de la satisfacción física,
Pietro comenzó a razonar.
“Bueno”
pensaba… “Este señor no parece malo, voy a hablar con el a ver
que pasa”
Cuando
salió del aseo, él estaba en la cocina, que estaba incorporada al
salón…
“Eh,
chavalín, estoy haciendo algo de papeo, que tengo gusa, fijo que tu
también”
“Pues
la verdad es que si, y, oye, como te llamas, que hasta ahora no se
como te llamas… si eso”
“Me
llamo Elijah.. jeje, pero mis amigos me llaman DJ Rock…”
“Ah,
¿eres cristiano?...”
“Jajajajaja,
estos italianos...”
No
hubo mas respuesta… La ignorancia mutua hacia que la conversación
no pudiese ser muy fluida.
“Bueno,
chaval, zampa, que para eso lo he hecho”
Pit
se puso a comer, no tenía otra opción, tenía un hambre feróz.
El
caso es que no le parecía que estuviese malo, de hecho, pensaba que
no estaba nada mal…
“Esto
¿Dj Rock, esto que es?”
“Pues
verás, he pillado lo que tenía por la nevera, revuelto, con huevos,
¿Te mola?”
“Si,
tenía hambre, gracias”
“Claro,
chaval...”
Y ahora llegaba el momento de exponer el motivo por el cual Pietro
estaba en casa de un negro enorme, tumbado en el sofá viendo un
partido de la NBA y pensando…
“¿Que
hago aquí? Bueno… Este hombre no parece malo, pero dependo de el,
no puedo salir por este barrio, no se ni donde estoy...”
“Que
pasa, chavalín, parece que no te gusta el baloncesto...”
“Pues,
bueno… lo veo...”
“Joder,
que no te gusta, que lo veo yo… no hace falta que disimules”
“Pues,
bueno, no me gusta mucho”
“Mira,
tio, creo que los blancos teneis un problema… pero aparte de eso,
como lo veas, total, los mios van palmando… A todo esto ¿Que
cojones haces aquí?”
Entonces
se dió cuenta de que había encontrado lo que su empresa buscaba…
era el, DJ Rock, era la solución, este enorme negro, conocía el
barrio y no era un delincuente… perfecto…
Entonces
fue cuando se atrevió a decirle…
“Pues
he venido a hacer negocios”
“Jajajajaj,
Tu?”
“Si”
“Venga.
Pues a ver, dime”
“Verás,
pues resulta que yo trabajo en una empresa de esas de Manhattan, de
las que ganan muchos millones”
“Jajajaj,
venga… vale”
“Que
si, que yo no trabajo de director ni nada de eso, que trabajo con las
fotocopias y en el almacén, pero me ha venido el jefe a decirme que
busque gente”
“mmm…”
“Que
resulta que no son capaces de encontrar gente que entienda lo que se
habla en los barrios, pero claro, como yo soy de un barrio, pues me
han dicho que lo haga”
“Ah,
vale, eso si me cuadra mas… vale, que te han engañao para que
engañes a otros”
“Mmmm…
¿si?, No se… de verdad… eso es lo he venido a hacer”
“Mira, tron, te voy a decir algo...”
En
ese momento, súbitamente, empezaron a sonar porrazos en la puerta…
BLOM,
BLOM, BLOM.. ininterrumpidamente …
Elijah
abro la puerta. Una chica sudorosa y ansiosa entró por la puerta
“Eli,
eh, tron, estos me siguen”
“Pero,
¿Te han visto entrar?”
“No.
no, Seguro que no”
“¿Seguro,
si, fijo?”
“Que
si, ¡¡hostias…!!”
Pietro
no cabía en si mismo… ¿Que? “Ya estamos con movidas, lo sabía…
es que...”
Sin
embargo, la chica parecía francesa… Eh, si, francesa…
Chiquitita, con el pelo corto, musculosa, no mucho, pero lo
suficiente, y hermosa, era bonita, con sus cosas de chico, pero
bonita.
No
puede ser… Un chaval de 21 años, de FP, que entra en una empresa
buena, y le mandan un recado… y resulta que, va y mira a esa chica…
hehe.
“Bueno,
estoy aquí, yo no lo he elegido” Pensó.
La
chica entro como un rayo, se fue a la nevera, cogió el primer
refresco que pilló, y se lo bebió entero. En ese momento, Dj Rock
miraba por la ventana pensando:
“Vaya
movida que me va a buscar esta tía”
Entre tanto, en las oficinas centrales, los jefes tenían reunión…
“Bueno,
yo estoy seguro que el proyecto de Cesar nos va a sacar adelante”
“Perdone
que discrepe, pero confiar en un chaval de barrio toda la estrategia
de la empresa me parece bastante arriesgado”
“Por
supuesto, no se lo voy a negar, pero, no nos queda otra alternativa
que tomar decisiones arriesgadas, si esto no sale bien, estoy
dispuesto a que usted nos de otra salida mejor”
En
esto, Cesar, el asesor del anciano jefe, se dispuso a tomar la
palabra:
“Señores,
veo que en ustedes reina la desconfianza, que por otra parte les
define como gente inteligente… Veamos, la empresa, ha llegado a su
límite teórico…
“Hasta
ahora, todos pensábamos que los artículos de lujo eran solamente
para la gente que se lo podía permitir… Error.
“Los
artículos que nosotros proporcionamos, son para toda la humanidad…
¿Para que están si no los bancos que crean dinero a partir de los
créditos?, pues entonces… ¿Están los bancos para ayudarnos…?
¡¡Nuestros artículos están al alcance de todo el mundo!!
En
ese momento, el Consejo Directivo y el Consejo de Accionistas (Que
entre todos hacían una edad media de 70 años), se levantaron a
aplaudir como si Freddy Mercury y Jimmy Hendrix hubiesen estado
tocando juntos.
Pietro estaba apoyado en el sofá; tenía la ventana detrás, bueno,
tenía la tele delante… No había mas pero el estaba bien…
Solamente había un detalle que perturbaba… Ella… Se había
bebido el zumo, se había ido a duchar, y resulta, que había salido
de la ducha, con una toalla…
Supo
por segunda vez que no era para el… Pero, en su interior pensaba
que por que no.
Tardó
mucho rato en reaccionar…
“Hooola”
Dijo dubitativo.
“Ehhhhhhh,
¿Tu quien eres?, eh, quien es este judio?”
“Eh,
no, yo soy de familia italiana pero mi madre es irlandesa, a ver, no,
judio no”
“¿De
donde has sacado a este? ¿eh?
Tu
eres gilipollas o que, a ver… llego a casa y un blanco judio
italiano aquí, lo flipo… vaya mierda de hermano… de verdad…
bueno… venga… ff, es que vengo atacá.”
“Agapi,
dejalo que no es malo..”
“Mira,
me voy a dormir”
En
ese momento, sin motivo ni razón, solamente por el instinto, Pit
saltó del sofá y se fue a por “su chica”.
Cuando
empujó la puerta se encontró a Agapi, así la había llamado su
hermano, que le extrañaba, ella, francesa y el negro, pero negro
negro… en fin…
“Hay,
perdona”
“Como
que perdona” Dijo ella.
“Te
quiero besar” Exultante… y la besó y ella también.
No
hubo mas diálogo… El chaval despistado con la loca terrorista. Es
la vida, amigos. *
Todos
los personajes que se puedan parecer a alguien en la realidad, fijo
que se parecen.
Esto
es una ficción basada en la realidad, con lo cual, joderos, vaya
mierda de realidad.
En
resumen, como dijo Jabba The Hutt “Han,
ma bookie, keel-ee calleya ku kah.”
Para
los que no pilotais “Han, mi muchacho, me decepcionas.” como se
diría traduciendo el Nal Hutta'no
Jeje.
* A
los que esperabais la resolución al capitalismo, seguid esperando...