Un Librepensador

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Fiesta en la residencia de los Plaza 


El pasado domingo día 3 de Septiembre del 2006, los señores de Plaza junto con sus dos preciosas hijas, ofrecieron en los jardines de su residencia habitual una fiesta de despedida al verano.

En un apacible ambiente, rodeados de plantas y bajo la pérgola del ala oeste del recinto, se sirvieron en primer lugar unos aperitivos frios junto con unas cervezas a su correcta temperatura, refrescos y zumos.
A continuación, se sirvió el plato principal, una sublime Paella Valenciana, elaborada por el mismo señor Plaza en persona, sin la asistencia de ningun ayudante; Don Jesús, a pesar del poco tiempo del que dispone debido a su dedicación a la pintura, gusta de no perder el contacto con el noble arte de la cocina y la elaboración de platos tradicionales.

Los invitados fueron tomando lugar en la mesa y comenzó la degustación de las viandas con un perfecto acompañamiento de unos seleccionados vinos italianos y de Rioja.
Al finalizar, los comensales se trasladaron a la parte exterior del ala norte de la villa, en donde tuvo lugar una extensa tertulia mientras se degustaba una suculenta tarta de café confeccionada por la señora de la casa.
Tras servir el café, el resto de la velada transcurrió relajadamente, junto a unos frutos secos, licores varios, tabaco seleccionado y una animada, a la par que interesante, conversación. De vez en cuando el señor de la casa se refrescaba mediante el sistema de hidromasaje exterior instalado para esta función.
Mientras transcurrían estos acontecimientos en los jardines, los invitados mas pequeños disfrutaron de la proyección de un largometraje de animación que tenía lugar en el interior de la vivienda.
Ya entrada la tarde, los asistentes regresaron a sus hogares, no sin antes transmitirles a los señores de Plaza, que con su fiesta y la paella los habia cautivado, mucho mejor que cuando estuvieron en casa de los Señores de Boyer y les ofrecieron los Ferrero Roché; y que así quedaría reflejado en la presente crónica de sociedad.

Quedamos impacientes a la espera del siguiente evento.

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